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sábado, 17 de marzo de 2012

ORACIÓN LAICA

 
Niño que te encuentras a punto de morir de hambre, con vientre hincado y moscas en el rostro.
(Yo masticaba la comida mientras te veía en la televisión).
Ruega por nosotros.
Geoffrey Ojok, de 13 años, exniño soldado del LRA en Pader, Uganda. Como tantos otros niños y niñas que han sido secuestrados y obligados a convertirse en soldados o sirvientes. Obligados a matar a otros niños o a miembros de su familia para alienarlos y poder malearlos más fácilmente.
(Nosotros jugábamos, mientras tanto, a la guerra en la videoconsola).
Ruega por nosotros.
Las niñas que también han sido secuestradas y han acabado siendo esclavas sexuales o 'esposas' de los miembros del grupo militar.
(Nosotros estábamos preparando los trajes y el festín de la Primera Comunión)
Rogad por nosotros.
Kungwa Kyalwa, de 23 años y madre soltera, violada por las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda y forzada a huir de su aldea.

Ruega por nosotros.

Ciudadanos congoleños, ugandeses, ruandeses, y de tantos otros países de África, sometidos y explotados por gobiernos y grupos rebeldes corruptos, que negocian su riqueza con nuestras sacrosantas y honorables multinacionales con el oro, el coltán o el tantalio, muy demandados para la fabricación de nuestros teléfonos móviles.

(Forma parte de nuestra ilusión, hacernos con ese último modelo de móvil para estar al último grito.)

Rogad por nosotros

Vosotros, miles de supervivientes de la tortura, desnudados y apaleados, colgados de unas muñecas esposadas, a los que se les ha arrancado la piel con tenazas, a los que se les ha torturado con descargas eléctricas en distintas partes del cuerpo, en Siria y en otros muchos países con gobiernos “amigos” de los nuestros.

Rogad por nosotros.

Amina, de 16 años, vecina de la ciudad de Larache (norte de Marruecos), que fue violada por Mustafa, que la sacó de casa, la amenazó con un cuchillo y la llevó a un bosque cercano donde la violó, que fue posteriormente entregada en matrimonio a ese mismo hombre. Amina puso fin a su vida ingiriendo un matarratas en la casa de sus suegros.
(Contemplábamos en la televisión un programa que se llama, que ironía, “Sálvame”.)
Ruega por nosotros.
Mohamed, que tienes diez años, y te dispones a coser los pedazos de cuero que te han asignado para elaborar un balón. Trabajarás a lo largo de muchas horas, y sólo conseguirás unas monedas para colaborar en el sustento familiar. En tu casa son pobres y necesitan ese dinero. Seguramente nunca podrás estudiar, y tus padres y hermanos seguirán malviviendo como la mayoría de las familias de tu pueblo.

(Nosotros nos divertimos con aquel balón de cuero que compramos en el hipermercado para regalárselo a nuestro niño en su cumpleaños.)

Ruega por nosotros.

Leila, colombiana, engañada en tu país para venir a trabajar a una cadena de restaurantes en España para acabar ejerciendo la prostitución de un motel a otro, sin dinero, sin papeles, sin teléfono, sin esperanza de salir, al menos, en dos años cuando hubieras cancelado la deuda, siempre bajo la amenaza de que si no pagabas, se la cobraban a tu familia.
(Casi la mitad de la población masculina española admite haber recurrido alguna vez a los servicios de una prostituta. Pero lo que parece más improbable es que estos clientes que reclaman sus servicios, no sean conscientes de que el 92% de estas mujeres, en su mayoría inmigrantes, llegan a nuestro país engañadas por las mafias y se ven obligadas a mantener relaciones sexuales con una media de 15 clientes diarios.)
Ruega por nosotros
Llegará un momento en el que necesitemos ayuda y no habrá nada ni nadie que interceda en nuestro favor
Llegará un día en el que vendréis a pasarnos la factura que hemos ido acumulando.
Solo nos quedará esperar vuestro perdón. Tener la esperanza de que vuestra humanidad sea mucho mayor que la nuestra.

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