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lunes, 8 de junio de 2015

DAIMIEL 87-88


http://www.lacomarcadepuertollano.com/diario/fotos/2015_04_13/2015_04_13_No_54-Colegio+san+isidro+(foto+archivo).jpg 
 
Cuánto cuesta lo que no tiene precio,
Cuánto cuesta mi recuerdo.
Cómo pagar a quien lo estuvo cultivando
y protegiéndolo del tiempo.
Los años se llevaron mis piernas
pero en él ando, corro, vuelo.
Las sombras avanzaban sobre mí
llenando de oscuridad mis pasillos,
pero allí la luz seguía iluminando
y me permitía trasladarme hacia nuevos lugares.
Cómo pagar a quien te ha vivido pletórico
mientras las cicatrices ocupaban tu cuerpo.
Cuánto ha de valer encontrarte a ti en la mente de otros
que te salvaron donde tú te condenabas,
que te esculpían cuando tú te desmoronabas,
encontrar esos refugios donde fue a parar esa imagen tuya
que se mantiene al cuidado de tantas memorias.
Cómo devolver ese cariño que te protegió sin tú saberlo
y que hoy te coge de la mano y te lleva a lugar seguro
donde dormir para siempre con una sonrisa en la boca.

miércoles, 3 de junio de 2015

LA PALABRA



https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh9R0pQJgPf0gklt7HY1q6vEQ017zlpzuJdk09Iw8lfMBPVLMPgrhersUZGKMJY7z8BQIqUxqgfRuG1cQx0ZcO0Z337a6vroiYzuFzZJ6WLSr8o6W01mtzdcKsc8Fdl_8IwzOAVErDE3X4/s1600/el-beso-auguste-rodin.jpg

Cuando un te quiero no cabe en palabra alguna,
hay que intentar, sin embargo, darle sonoridad y sentido,
adjudicarle fonemas y morfemas,
incorporarlo a la gramática vital.
Cuando no hay palabra alguna donde quepa ese te quiero
hay que intentar pronunciar esa palabra,
articular sus sonidos lentamente, claramente, cadenciosamente.
Cuando no hay palabra donde coja ese misterio
es, sin embargo, esa la palabra,
la única palabra que merece la pena decir
ya sea en un grito, ya en un murmullo,
ya en un aullido, ya en susurro,
la única palabra que merece la pena decir
y ser oída.