1. Con
frecuencia lo que vino vino y lo que
vendrá vendrá.
2. Lo
que viene a predominar es la pereza mental que nos determina de parte de quien
debemos estar y a quien tenemos que descuartizar sin piedad alguna, todo con el
pensamiento ya mascado y dado forma, no tenemos que hacer esfuerzo mental
alguno, sólo repetir las palabras que nos marquen y de las que no nos debemos
salir.
3. Todo
a nuestro alrededor, ya sea ocio o negocio, deporte o política, nos incita a un
mismo comportamiento, el hooliganismo.
4. El
diálogo no existe, el intercambio de opiniones, la escucha sosegada, la
reflexión tranquila, todo es una batalla en la que sólo interesa derrotar al
contrario, si es posible, descuartizándolo.
5. Hablar
no debería tener otro objetivo que el de comunicarse, no el de escucharse a sí
mismo ni abrumar a los demás.
6. En
la comunicación no basta con un emisor, no basta con un mensaje, es necesario
un receptor, para lo que decimos no basta con tenerse en cuenta a sí mismo, es
también necesario tener en cuenta a quien nos dirigimos.
7. El enemigo de mi amigo no tiene por qué ser mi enemigo.
8. Hay
que aprovechar cada minuto para ir cambiando, lentamente, sin grandes
esfuerzos, con pequeños pasos.
9. Un
cambio personal lo suficiente para que cuando volvamos la vista atrás
percibamos ese cambio, lo suficiente para que notemos el agradecimiento de los
otros, lo suficiente para que, sin hipocresía y engaño, notemos nuestro cambio.
Un cambio a mejor, más valientes, más fuertes, sensibles, tiernos y bondadosos.
Un cambio que realmente merezcamos, que nos lo estemos ganando.
10. Un
cambio que siempre nos decepcionará por escaso, por sus contradicciones y
costes, por las víctimas que a veces acarrea; y porque cambia tan poco y lo
hace donde menos necesario es; y es tan frágil, es todo un avanzar y
retroceder.
11. Aquel
cambio que esperamos, con seguridad no lo veremos, pero qué importa eso para
buscar los avances y que no nos asusten los truenos de los retrocesos.
12. Son
tantas las personas que siglos adelante, sin conocer nuestros nombres, mirarán
hacia atrás y quedarán agradecidos por lo que merece la pena intentarlo.
13. De
nosotros depende el cambio de la humanidad, pero es tan minúsculo nuestro
tiempo en comparación con el de la humanidad. Somos tan pequeños y a la vez tan
necesarios.
14. El
transcurrir de la vida hace que, inevitablemente, conforme uno se acerca a su
final, ésta sea cada día mucho pasado y escaso futuro.
15. La
vida, al avanzar, entonces son recuerdos, momentos y nombres de un ayer que
cada día se va haciendo más presente especialmente cuando tu vida es quietud,
entonces, incluso tú, eres ya recuerdo.
16. No
es necesario escarbar mucho en el ayer a la búsqueda para rememorar las huellas
que han quedado en ti porque son estas las que parecen ir en tu busca. Huellas
unas dolorosas y otras gratas:
17. A
veces el dolor es la puerta que te da paso a la felicidad, al menos siempre te
queda la duda si la puerta que hubieras elegido gustosamente te hubiera dado
paso a la felicidad.
18. La
vida es una mezcla de azares en un mapa de miles de caminos que se bifurcan:
19. En
la vida hay millones de posibilidades, circunstancias en las que nos movemos y
que nos forman. No tengo otra cosa que hacer que revisar esas circunstancias y
las personas que me acompañaron, personas de las que en muchos casos solo
quedan sus nombres y la imagen, imagen que en ocasiones sólo te queda en el
corazón, en una huella emocional de una persona con la te resulta imposible
volverte a encontrar.
20. Es
necesario vivir en la contradicción de la prohibición de no ser libres.
21. Prohibido
llenarse de certezas y no dejar espacio para la duda y la interrogación. La
certeza se convierte en dogma y el dogma en grilletes.
22. Prohibido
ansiar un espacio en el rebaño y dedicar la vida a no quedarse nunca atrás.
Terminaremos creyendo que el único olor en la vida es el de el estiércol.
23. Prohibido
elegir el pensamiento de moda y evitar el esfuerzo de tener uno propio aunque
diferente al de los demás. Copiar el pensamiento de los otros termina por
hacernos olvidar la manera de generarlo.
24. Prohibido
evitar los espejos por miedo a ver reflejadas nuestras deformidades.
25. Prohibido
tener miedo al miedo o de tanto temor terminaremos asustándonos del aire que
nos rodea.
26. Prohibida
la angustia de sentirse solo. La soledad puede ser la ocasión para encontrarnos
a nosotros mismos.
27. Prohibido
añorar los laureles y rechazar los dolores. Los primeros, si son artificiosos,
nos reducen, los segundos nos pueden hacer crecer.
28. Prohibido
silenciar la expresión, sea verbal o física, sea emocional o racional. Solo de
esa manera llegará uno a ser ex preso.
29. Prohibido
el recelo a ser señalado y el deseo de permanecer oculto en la masa.
Olvidaremos aquello que nos distingue.
30. Prohibido
hipotecar tu vida tanto que todo tu mañana sea siempre un pasado.
31. Prohibido
decir sí a todo. De tanto bajar la cabeza la cerviz quedará agachada.
32. Prohibido
el deseo de desear y la obsesión de acaparar. Olvidaremos todos los nombres,
sólo recordaremos el nuestro.
33. Prohibida
la prohibición de ser libre, que tu única atadura sea el amor.
Tener pensamiento propio no nos vuelve locos sino libres.