Etiquetas

martes, 29 de septiembre de 2015

Y ahora qué


 
Y ahora qué señor Mas, continuará usted con su tan cacareada hoja de ruta a pesar de que el 51,7 de los votos fueron a parar a partidos no independentistas. Es decir más de la mitad de los catalanes que fueron a votar lo hicieron por opciones no independentistas. El 47,8 de los votantes sí lo hicieron por opciones independentistas, pero no sé si usted es consciente del paso que supone la independencia, un paso de muy difícil vuelta atrás, como para hacerlo con ese exiguo porcentaje de votos, aún menor si lo establecemos sobre el censo electoral. ¿Actuaría usted como presidente de todo un pueblo o como un triste y a la vez peligroso político sectario?

Es consciente de que ni tan siquiera su mayoría de escaños sería tal sin una perversión de la ley electoral por la cual un escaño en Barcelona, la provincia más poblada y que se mostró claramente en contra de su propuesta, cuesta 2,4 veces más votos que uno en Lleida, 1,54 veces más que en Tarragona y 1,6 veces más que en Girona. Con un sistema electoral estrictamente proporcional su coalición, agrupación o como quiera llamarla, no hubiera alcanzado ni siquiera esa mayoría de escaños. Barcelona, provincia que concentra el 75% de los sufragios solo reparte el 60% de los escaños.

¿Baraja usted la posibilidad de una Cataluña sin Barcelona? ¿Reconoce usted el derecho a decidir de sus ciudadanos? ¿Es consciente de que alrededor de 1.700.000 de sus habitantes no quieren la independencia? ¿Se da cuenta de que usted aplica para Cataluña el mismo criterio y el mismo modo de actuar que critica en el señor Rajoy? ¿Cómo actuará usted ante aquellas provincia, localidades y zonas que se hayan manifestado en contra? ¿Tiene derecho el resto de la Cataluña actual, un mero artificio humano como es España, a decidir por esas zonas?

¿Se da cuenta de que es usted un obstáculo para formar gobierno ya que su aliado necesario, la CUP, ha manifestado su negativa a votarle? ¿Se da cuenta de la imposibilidad de continuar con su hoja de ruta ya que esa misma CUP ha manifestado que no puede haber proceso independentista sin una mayoría clara de votantes a favor?

Y ahora qué señor Rajoy,  seguirá aparentando usted que no pasa nada con un Parlamento con una mayoría absoluta en escaños que desea la independencia y un 47,8 de votantes que así parece que lo manifestaron. ¿De verdad no pasa nada? ¿No hay que hacer nada? ¿Nada que cambiar?

¿Cree que tiene usted y su partido alguna responsabilidad en el fuerte crecimiento de las opciones independentistas de los últimos años?¿Los sentimientos de las personas surgen de la nada? ¿Han reforzado ustedes el antiespañolismo en Cataluña y el anticatalanismo en el resto de España?.

¿Se dan cuenta ustedes dos de su incompetencia? ¿Necesitan un referéndum para ello? Han convertido la realidad catalana en el conflicto catalán Y el conflicto catalán en un choque de trenes de los que ustedes son los maquinistas


viernes, 25 de septiembre de 2015

LA SONRISA



Señor Don Arturo, permítame que comience este escrito haciéndole una confesión que creo es de justicia: se me ha atragantado usted. Hace ya tiempo de ello, ese comportamiento mesiánico, esa impresión que va dejando de ser més que un Molt Honorable Senyor, esa sensación de estar por encima del bien y del mal, ese tirar la piedra y esconder la mano y poner cara de aquí no ha pasado nada, ese asistir como espectador gozoso al fuego que usted mismo prendió escondiendo sus impulsos irresistibles de pirómano, su ansia de esconder la basura debajo de una bandera, su afán de silenciar el ruido bajo los acordes de un himno, la necesidad de esconder su reencarnación de El Flautista de Hamelin llevando tras de sí a las masas con un sentimiento estrictamente emocional y, con ello, cautivo; las puertas que abre hacia la nada, las palabras ilusoriamente recubiertas para envolver el vacío y, especialmente, su engreimiento, su inmenso engreimiento. Por si todo eso no fuera suficiente en estos últimos tiempos hay algo que ha puesto la guinda envenenada a ese pastel: su sonrisa, su falsa, tramposa y malintencionada sonrisa. Debería tener al menos la decencia de no manejar algo tan sagrado como una sonrisa. ¿Ha crecido usted entre sonrisas? Me refiero, claro está, entre sonrisas verdaderas, no entre la falsía de una comunicación siempre interesada. ¿Le han mostrado sonrisas afectuosas? Esas idolatradas que le muestran no valen, no van dirigidas a usted sino a esa fantasmagoría que crea en la que usted no es sino un gigante de cartón fallero, un ninot que antes o después, aunque usted no lo imagine, arderá en la cremá. Por favor, no llene de mierda ese gesto, con él he soñado, he llorado, he creído que un mundo mejor es posible, no un nuevo artificio humano hecho para gloria de unos pocos y para desilusión de otros muchos, me refiero a un mundo mejor, se llame como se llame, formado por personas mejores. No se engañe, esa sonrisa de usted sólo muestra su mezquindad, su desinterés interesado por la realidad y la gente que la conforma, su arrogancia, su vanidad, su chulería muy por encima del sufrimiento que su soberbia política puede producir. Creo que su endiosamiento le hace levitar por encima de esa realidad y le hace sonreírse a sí mismo al margen del enfrentamiento que genera. Morirá, cuando le llegue el momento, quizás con ese gesto yerto en su cara, indiferente a los que lo rodean, despidiéndose de ese mundo en el que sólo usted ha vivido, similar al que había dejado atrás y en el que sólo cambió la bandera y el himno con los mismos pobres y los mismos ricos a los que usted copió la sonrisa.




 


lunes, 21 de septiembre de 2015

QUÉ SERÁ DE MÍ




Qué será de ti si escondes tu bocado al hambriento.
Qué tipo de pan hornearás.
Qué precio estarás dispuesto a pagar por tu hambre.
Qué será de tus mañanas si tapas el sol
por temor a que tus sombras queden en evidencia,
a quién verás cuando te mires en el espejo,
de verdad creerás tus propias mentiras.
Qué será de ti si fortificas tu casa,
blindas tu puerta
y claveteas tus ventanas.
Qué aire respirarás y cuál exhalarás.
Hacia qué horizonte dirigirás tu mirada.
Qué será de mí si escondido en el rebaño
no dejo oír mi voz
y solo susurro este poema
por miedo a quedar señalado.

viernes, 18 de septiembre de 2015

DE TRAPOS, RUIDOS Y OTRAS ZARANDAJAS



 
Hasta hace poco Esquerra Republicana insistía en dejar claro que ellos no eran nacionalistas sino independentistas, intentando con ello alejarse de lo que no era sino una incoherencia al identificar nacionalismo e izquierda. Actualmente no he vuelto a oírlo, no sé si en algún momento lo han dicho pero no creo que sea algo en lo que centren su discurso. Yo sólo oigo dos argumentos en los que basar una exigencia independentista, el primero de ellos es económico, la defensa de mi dinero, el expolio, me lo roban, me lo quitan para malgastarlo. Es, en el fondo, el mismo argumento que recriminamos a los alemanes: los europeos del sur derrochan nuestros euros. Es un discurso lógico para Convergencia, la derecha lo fundamenta siempre en ello y digan lo que digan se encuentra en el fondo de sus palabras y de sus tonos; pero es completamente incoherente para la izquierda, que siempre ha hecho gala de la solidaridad, salvo que se fundamente en el segundo argumento: el nacionalismo, la diferencia de raza, credo, idioma o cultura que convierte el otro, aunque no se utilice esa palabra, en enemigo, también contradictorio con un partido de una izquierda que surgió del internacionalismo. El partido del señor Junqueras parece haber asumido ambos argumentos: España es el problema y todo se resolverá una vez que Cataluña se separe de ella, espera una sociedad idílica puesto que los catalanes son una entidad superior y en ese momento dispondrán de todo el dinero que les está siendo expoliado. Obviamente no exponen tan a las claras esa supuesta superioridad pero otra cosa no se puede decir cuando se habla de que España es el problema, que con España Cataluña nunca será “libre” y que bastará con que se separe de ella para que sea libre y próspera. Los españoles somos unos zotes incapaces de ir hacia delante. Todo esto lo comprendo en el partido del señor Mas y su sonrisa chulesca pero no puedo entenderlo en una organización que se llama de izquierdas.
Estos son para mi los pilares básicos del discurso independentista y estos los hace estar junts pel si y encerrar todo lo demás en el desván de la secundario. De eso se trata, de generar animadversión, como en todo discurso nacionalista e insuflar su mística basándose para ello en dos realidades insustituibles: la bandera y el himno; pintar los colores de la primera hasta la saciedad allá donde sea y hacer enardecer el corazón al oír los acordes del segundo. Para eso es necesario el enemigo, otro himno al que pitar y otra bandera que arrancar. Me da igual cuál sea la bandera y cuál sea el himno, ambos serán nacionalismo sin más y ambas cosas no dejaran de ser la primera un trapo y la segunda ruido más o menos acompasado. Me pasé la vida criticando, con razón, el nacionalismo español y ya es hora de hacerlo con cualquier otro y mucho más si estos se hacen pasar por izquierdas. El nacionalismo siempre hace una llamada a la emoción, por eso viene de muy antiguo y perdurará siempre, pero en todo momento será un invento humano con sus propios intereses, lo que hoy es “el voto de tu vida” quizás fundamentalmente sea el voto de sus vidas, de aquellos que quieren pasar a la historia como mesías o como participantes de un movimiento mesiánico y que quieren acaparar más poder, porque no es en otros en los que piensen que ocupen tal cosa. Como siempre se ha hecho se llamará al rebaño para que ocupe las calles, luzca la bandera y cante el himno, se le inducirá para que pite el del enemigo mientras yo luzco una sonrisa de satisfacción y todo eso lo venderé como un movimiento de contestación, de rebeldía. Cuando alcanzado el objetivo y yo me dé cuenta de que estoy envuelto en lo mismo que criticaba ya será tarde. Se reproducirán los mismos esquemas, la sociedad podrá tener los mismos problemas, porque el malvado, si lo hay, también iba conmigo, y el joven rebelde que se envolvía para luchar en la senyera hoy es el conservador que la defiende ante los que la abuchean. No hubo racionalismo ni hubo sensatez y cordura (el seny que antes tanto se citaba) porque no interesaba, la sociedad se maneja mejor en un estado emocional masivo, en esa situación el racionalista siempre podrá ser tachado de traidor. El voto sí fue histórico pero no fue el de mi vida aunque otros si supieron sacar tajada de él y las banderas que ondeábamos hoy, como cualquier trapo, han envejecido.

lunes, 14 de septiembre de 2015

HAZ Y ENVÉS


 https://ferlonomics.files.wordpress.com/2014/07/haz-envc3a9s.jpg

HAZ

He olvidado el último sueño que tuve,
la última risa que di,
el último momento en el que me sentí completamente vivo.
Corretean por mi cerebro ratones de silencio
cortando mi comunicación con el exterior,
con mi pasado,
con mi futuro,
conmigo.
He olvidado el rostro de mi madre,
los discursos que ordenaron mi caos,
que me ayudaron a interpretar mi vida,
los sustantivos que me han nombrado,
todo lo que encontré en mis calles y encrucijadas,
las últimas caricias que sintieron mis manos con plenitud.
Me encuentro suspendido del mundo,
de una tenaz red de afectos que yo siento como frágil
(también tenaz empeño mío ese sentimiento).
En ella,
las palabras y los rostros de unos amigos en la niebla,
la risa de mis hijos en el silencio,
las caricias de mi mujer en la noche,
tenazmente empeñadas en devolverme a la vida.




ENVÉS


Es invierno.
También lo es en mi cuerpo.
Porque es invierno sé que no debería ser así,
sin embargo, crecen espigas de trigo en él
para que tú coseches el grano,
y una vez cosechado lo muelas con tu deseo.
Cosechado y molido
lo amases entre tus pechos,
lo cuezas entre tus nalgas
y lo comas entre tus labios.
Pan hecho bolo por tu lengua
pase a ti y te recorra entera.
Gozoso y feliz, entre y salga por los poros de tu piel.
Errante dichoso, viaje en tu sudor cuando te excitas
sin más oficio ni devoción que recorrerte entera,
sin más trabajo que descubrirte,
y perderte,
y reencontrarte.
Escalar la pendiente de tu cuerpo
y coronar la cima de tu ser,
explorador de tus secretos
bañándome de placer en ellos.
Haber encontrado esa locura tan simple y tan eterna
que me ha devuelto el juicio,
me ha abierto los ojos,
me ha otorgado un sentido:
ser para ti,
niño perdido al que acunar y amamantar,
semental primitivo en el que extraviarte,
ser rabia y ternura,
espasmo y caricia,
placer y dolor,
locura y razón;
y crecer en esta nueva vida que se me tiende ante los pies
sólo con esa tarea,
quererte
y desearte
y sentirte
y descubrir cada día al mirarte a los ojos
que la vida encierra siempre un tesoro
allá donde el dolor estalla en llanto.
Allá donde muere el hoy y comienza el mañana
se despliega un largo presente a tu lado
con otro yo más poroso a ti
Porque es invierno y sin embargo crecen espigas de trigo en mi cuerpo,
no temo a las nubes que acechan mi mente.
Sé que el sol lo irá dorando
para que llegue a ser pan que lo hagas tuyo.
Entonces habrá cumplido su destino,
ya al filo de la primavera,
ya a caballo del eterno renacer.
Porque es invierno y sin embargo,
crecen espigas de trigo doradas en mi cuerpo.

http://www.floristerias.ehostingbaratos.com/wp-content/uploads/2011/04/rosas-en-la-nieve.jpg 

miércoles, 9 de septiembre de 2015

SOBRE EL PENSAR





Si hay algo que diferencia al ser humano del resto de los animales es el pensar, si hay algo que cada vez parece menos frecuente es esa facultad. Pensar es bastante más que formarse ideas en la mente, que amontonar palabras e imágenes en ella, pensar es bastante más que eructar una catarata de esas palabras, quien mucho habla no por ello mucho piensa. Hemos generado una sociedad llena de  boceras más no de pensadores y es que pensar no es fácil.
Pensar supone soledad en su durante y en su después. Soledad física en ese momento del pensamiento. Difícilmente será capaz de pensar con autenticidad aquel que es incapaz de vivir y soportar la soledad. Pensar es, de alguna manera, distanciarse de la realidad; haberse zambullido en ella para luego tomar distancia y permitir que el ruido no nos aturda. Pensar supone ese distanciamiento aun cuando la soledad física no sea posible. Vivir es dialogar con lo que ocurre, realizar un intercambio de acción y de pensamiento, es un recibir y un dar, pensar es un preguntarse y un responder. Si no hay preguntas no hay pensamiento, si no hay preguntas eludimos la dureza que pueden suponer estas y al mismo tiempo eludimos la dureza que nos pueden suponer sus respuestas. Vivir sin ambas es dejarse llevar sin más pero también es renunciar a aquello que nos hace verdaderamente humanos.
Pensar a veces implica asombro, sorpresa, lo no esperado y esto supone salir de la zona de confort para entrar en la de riesgo, es decir, abandonar la comodidad para aventurarse en espacios que no siempre sabemos donde nos llevarán, eso sí, al cambio. El asombro nos puede suponer fascinación, encontrar aquello que andábamos buscando, encontrar respuesta a los interrogantes que nos incomodaba, pero también puede ocasionar turbación e incluso espanto, encontrar respuestas de las que queremos huir, adentrarnos en caminos que nos desequilibran y de los que nos surgen aún más interrogantes. El asombro nos puede producir admiración pero también confusión y desconcierto. Pensar es el riesgo de vivir, tropezar y levantarse, tropezar y razonar sobre el tropiezo. No es la continuidad lo que nos hace vivos sino el cambio, la muerte y la regeneración celular, saber que seguimos siendo los mismos pero que a la vez cada día somos diferentes. La realidad cambia y nosotros no podemos ser impermeables a ese cambio..



Pensar es transgresión y, por lo tanto, enfrentamiento. Pensar es conflicto, quien no lo desee que no piense, quien no lo tenga es fácil creer que se encuentra alejado de un pensamiento propio. Pensar no es reproducir sin más pensamientos ajenos, no hay pensamientos originales, estos como el hombre mismo son producto del pasado por lo tanto, pensar no es inventar nada absolutamente único pero si caminar con la propias piernas, ver con los propios ojos, oír con los propios oídos, pensar con el propio cerebro, sentir con el propio corazón. Se trata de no seguir de forma autómata el sendero que otros nos han trazado sino de elegir, en la medida de lo posible, nuestros propios pasos y nuestro propio camino en el que coincidiremos con otros pero también, a veces, giraremos el sentido de nuestro propio caminar. Lamentablemente los caminos trazados con los que nos encontramos en la actualidad en forma de aparatos de partidos, sindicatos o iglesias, son, desde mi punto de vista, máquinas trituradoras del pensamiento propio, es decir, de pensamiento sin más. No se trata de crear sino de reproducir, en ellos hay muy escaso margen para la heterodoxia..
Visto lo visto es evidente que el pensar ha de ir acompañado de la valentía. Que el cobarde respire, coma, beba, realice su cuerpo toda función fisiológica, se relacione y hasta tenga éxito en la vida y al final, como todos, muera, pero que no llame pensar a esa mezcla de lugares comunes que se amontonan en su cabeza por mucho que estos se repitan y tengan éxito en la sociedad. No es la valentía lo que se premia, sino la fidelidad, el conflicto de ideas es conflicto sin más, el riesgo de enfrentamiento es algo de lo que hay que huir. Triunfará el cobarde, el que no piensa, el que tiene otras pretensiones que analizar la realidad. Se trata de la victoria de la mediocridad y de la confusión entre fidelidad y mero seguidismo.
Soledad, enfrentamiento, conflicto, sólo puede significar dolor. Pensar a menudo es doloroso de la misma manera qué vivir es doloroso, no nos engañemos, pero es nuestra obligación, se trata del tributo a pagar por ser humanos. Rehuyamos la felicidad que otorga la ignorancia y la seguridad que nos da el establo, asumamos el riesgo de vivir, la aventura de ser cada día aquellos que queremos ser y no aquellos que se empeñan en que seamos. Pensar nos traerá dolor pero también nos traerá gozo, la satisfacción de hacer algo en lo que nadie nos podrá sustituir, no se trata de producir algo absolutamente original sino de algo específicamente nuestro, que ninguna otra persona puede parir por nosotros. Es el gozo de descubrir, de sentir la libertad de pensar. Un texto de Gibrán Khalil Gibrán, de su libro El Profeta dice “podéis cubrir el tambor y podéis aflojar las cuerdas de la lira, pero ¿quién ordenará a la alondra del cielo que no cante?”, del mismo modo, ¿quién podrá ordenarnos que no pensemos?

Construir un nuevo presente y un nuevo mañana comienza por pensar ese nuevo presente y ese nuevo mañana, por pensar como llegar a él y, especialmente, por pensar un nuevo nosotros.