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jueves, 11 de abril de 2024

AFORISMOS 10



 

1.    Olvidé todo aquello que me ocurrió, solo recuerdo aquello que no he vivido,

2.    El hoy es el pasado que nunca existió.

3.    Recuerdo cada parte de tu cuerpo que nunca he visto.

4.    Frágil como un cristal que estalla entre los dedos así soy yo, esa figura aparente de acero que se rompe cada noche sin que nadie lo presencie.

5.    Tuve que recorrer miles de kilómetros en busca de la risa para encontrarla al final bajo un mar de lágrimas.

6.    Cuando la vida se hace ruido, intenso y permanente ruido, desagradable y obsceno ruido, sólo es decente el silencio.

7.    Cuando ya todo se siente dicho, cuando toda palabra sobra, toda es artificial y redundante, sólo se ansía el silencio.

8.    Todo comienza al dormir y acaba al despertar.

9.    Creía haber atrapado la vida cuando vi que la gente me vitoreaba y la fortuna me sonreía, pero entonces abrí la mano y la encontré vacía.

10. La felicidad no circula en ríos bravos sino en regatos tranquilos

11. La felicidad es la esencia que perfuma cada instante de nuestra vida y que nos guía en la salida del túnel.

12. El ideal no existe, es el sueño que se nos encalla en la cabeza y que guía nuestros pasos para acabar a veces zozobrando tras chocar contra él.

13. El ideal es, si acaso, un momento: una caricia, un orgasmo, el gesto de un niño, una mirada tierna, la sonrisa que te abraza de golpe y hace que te enredes en ella y, en adelante, hace que andes de cabeza en su busca.

14. El ideal es a lo sumo ese momento y los puntos suspensivos que genera y que son los instantes que te dan derecho al recuerdo. Ese que justifica una vida o que se convierte en la soga con la que tú mismo te ahorcas. 

15. La mudanza es ocasión para desprenderte de buena parte del ego que has ido acumulando con los años en forma de objeto, para soltar lastre que olvidaste tenías pero que recargaba tu paso y ralentizaba tu vida.

16. La mudanza es momento para el reencuentro con aquel que fuiste y quedó sepultado bajo la desidia que los años fueron fabricando, con lo que soñaste y ya creías que algún ventarrón se había llevado, con lo que te rodeó y te fue haciendo y continúas llevando dentro de ti aunque desconozcas el lugar donde se encuentra pues ya es pura esencia

17. Esa es la vida, entregar el testigo de una vida que desconocemos cuando se inició y cuando concluirá.

18. e ti, aquello sin lo que nada serías, aquello por lo que fuiste y nunca dejarás de ser:

19. Esa es la vida, entregar el testigo de una vida que desconocemos cuando se inició y cuando concluirá: 

20. Somos espectadores, pero todo es un escenario en el que no podemos librarnos de la responsabilidad de actuar.

21. Creía que me comía la vida a dentelladas, con el tiempo he ido descubriendo que, en realidad, era la vida la que me comía a mí.

22. Cuando yo era rey todos me parecían súbditos, ahora que la vida ha pasado por encima de mí atropellando mis sueños, todos me parecen encumbrados en el trono con su cetro oscilando sobre mí.

23. Las paradojas de la vida, perdido en el laberinto empiezo a encontrar la salida.

24. Crecer es empequeñecerse, desprenderse del lastre con el que uno quiso escalar y que

25. Crecer es quedar reducido a la esencia para poder mirar a los ojos a los que no son nadie y lo son todo, aquellos que te llenan, de los que estás hecho, no mero vacío, hueco fantasmal arrastra dando tumbos en su historia, su minúscula y fanfarrona historia.

26. Crecer es hacerlo en el silencio, sobran tantas palabras y faltan tantos gestos, tantos abrazos, tantos besos, tanta mano extendida.

27. Crecer es ir desmenuzándose en el camino, dándose hasta no quedar nada, desparecer, todo uno en ellos, ir sembrándose, rastros de ti en el crecimiento de otros.

28. Crecer es asumir que no eres nadie, la piltrafa que puede embellecerte y otorgarte cierta altura moral.

29. Nunca hagas tuya la corona que te ponen, son ellos los que tienen la necesidad del héroe.

30. Tu grandeza reside en el pequeño huerto que eres capaz de plantar con tus manos y en los labios en los que eres capaz de perfilar una sonrisa.

31. El templo eres tú, tú eres su sacerdote y no hay más oficio que recrear cada mañana un futuro que no verás pero que no será sin ti.

 

 

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