1.
La
pureza del nosotros es debida a la impureza del mestizaje.
2. Toda
nación tiene su principio y su final. El mérito de los gobernantes es que a ese
final se llegue sin sangre.
3.
El
todo exige la soberanía para decidir sobre la parte y la parte reivindica la
soberanía para decidir por sí sola. Pero cuando la parte se transforma en todo
exige la soberanía sobre sus subpartes negando a estas la posibilidad de
decidir por sí solas.
4.
Toda
nación crece gracias al rechazo al otro.
5.
La
nación a la que pertenecemos puede cambiar de nombre, pero es posible que el
poder no cambie de manos aunque cambien sus apellidos.
6.
La
patria por la qué sientes tanto seguramente la odiarías si fuese tu nación vecina.
7.
Es
nuestro pecado idealizar a aquellos que veneramos sin llegar a asumir que todo
rey está desnudo.
8.
La
pureza de la que presumimos también pueden envenenarse, pero el sabor del
veneno es tan dulce que no llegamos a percibirlo como tal.
9.
Una
persona crítica siempre es incómoda en un aparato.
10.
Si mi
pensamiento es crítico, mis seguidores, si los hay, no pueden estar de acuerdo
en todos y cada uno de los puntos, si es así no son seguidores míos.
11.
Aquel
dispuesto siempre a cambiar su discurso sólo tiene un interés: permanecer en el
poder.
12.
Nuestros
cambios de opiniones en la vida sólo ponen de manifiesto una cosa: siempre
estamos en el error.
13.
Aquel
que ha cambiado de opinión en distintas ocasiones de su vida y siempre cree
poseer la verdad absoluta lo único que demuestra es su engreimiento y gran
ignorancia.
14.
Pienso,
luego estoy equivocado.
15.
Mi
mirada que parece juzgar no viene tanto del ánimo censor por mi sabiduría, como
de la observación por mi ignorancia.
16.
¿Quién
soy yo para sacar a alguien de lo que yo considero error, si ese alguien es
feliz y bondadoso con ello? Si mi
intervención hace que se desmorone y únicamente le genera infelicidad, tengo la
respuesta: no soy nadie.
17.
Para
mis células yo soy su dios, pero solo soy una hipótesis imposible de demostrar.
18.
Yo
puedo ser un dios para mis células, pero las desconozco, no soy omnisciente, ni
puedo hacer con ellas lo que quiera, no soy omnipotente.
19.
Yo me
encuentro en manos de mis criaturas, mis células, pero ellas no están
dependiendo de mi.
20.
La
espiritualidad rodea la acción, va por delante de ella, se encuentra por debajo
y por encima de todo paso y empuja a actuar en la vida.
21. El
ser espiritual no levita flotando por encima de la realidad sin mancharse con ella
sino que siente la necesidad de intervenir en la misma.
22. Siempre tenemos la obligación moral de
preguntarnos por las consecuencias de nuestras acciones. No podemos renunciar al
pensamiento crítico e intentar quedarnos al margen como simples espectadores.
23.
No
tener futuro no tiene por qué suponer no tener presente, al contrario, se puede
vivir en un presente perpetuo.
24.
Cuando
uno depende de otra persona para sobrevivir, esta persona también depende de
él. Dos santos atrapados en un infierno.
25.
Buena
parte de aquello que hoy amamos y nos sentimos orgullosos, no hubiera sido
posible sin los dolores y tinieblas del pasado.
26.
Cambia
un minuto traumático que aconteció en tu vida y puede que hayas perdido hoy
aquello que más quieres.
27.
El
enamoramiento exige cierta tensión diaria, el esfuerzo de mostrar aquellas
caras que creemos enamoran y ocultar aquellas que pensamos pueden desenamorar.
28.
Esta
actuación es imposible convertirla en un hábito. No puede construirse una relación
duradera sobre la misma.
29.
El
amor sólo es posible construirlo sobre nuestro ser completo, aquel que muestra
nuestras bondades pero también nuestros defectos.
30.
La
persona que entra en su hogar entra para el reposo, no para mantener el
artificio.
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