Leo cada vez más a menudo el
término ” diversidad funcional” y la verdad es que no consigo encontrar el
sentido de ese eufemismo. Diversos funcionales somos todos pero señalar a un
grupo como tales no deja de ser una manera de indicar tu condición de
diferentes funcionales un circunloquio para intentar disimular el hecho de ser
discapacitados.
Yo soy discapacitado, qué otra
manera puede haber para señalar el hecho de que no puedo valerme por mi mismo
en muchas de las situaciones habituales.
No puedo mover las piernas, es
decir, carezco de la capacidad de andar.
Soy incapaz de vestirme, necesito
la ayuda de otra persona para que lo haga. Carezco de esa capacidad.
Soy incapaz de asearme por mí
mismo, necesito a alguien que lo haga por mi. Carezco de esa capacidad.
No puedo transferirme por mi
mismo de un lugar a otro. Necesito a alguien que me ayude a hacerlo. No tengo
esa capacidad.
Mis manos son cada vez más
inútiles, especialmente la derecha, no puedo escribir, no puedo usar mis dedos
para funciones cada vez más habituales, necesito que alguien me ayude para
comer, carezco de la fuerza en mis brazos que me pueda ayudar para determinados
movimientos. Es algo absolutamente normal decir que mis brazos y mis manos son
incapaces de hacer todo eso.
Necesito ayuda para poder
realizar otras funciones fisiológicas diarias o habituales, soy incapaz de
ello.
¿A quien engaño llamándome
diverso funcional? ¿En que me puedo sentir insultado si alguien me llama
discapacitado?
Es precisamente esa discapacidad
la que yo quiero señalar para llamar la atención sobre la difícil accesibilidad
que me rodea, para intentar llegar al interior de los otros para que esa
accesibilidad se mejore y la sociedad ayude y busque la integración de los
discapacitados.
Sí, soy discapacitado, buena
parte de mi cuerpo es inútil lo que no quiere decir que mi inutilidad sea
completa. Eso es otra cosa, puedo seguir siendo útil pero mi nueva situación
cambia esa utilidad, me veo forzado al cambio y ese cambio puede llevarme a
mejoras que me hagan agradecer de alguna manera esa nueva situación. Puedo ser
útil, hay personas que aun sabiendo la condición en que me encuentro creen que
mi presencia les ayuda, que mis palabras les reconfortan. He cambiado mi mirada
y descubro que esa mirada no sólo me es útil a mí sino que es útil a otros, que
las dificultades con las que uno se encuentra en la vida son múltiples y que
necesitamos ser zarandeados por ella para descubrir lo que nos estamos
perdiendo o lo que nos hemos perdido, para entender la manera en cómo podemos
ayudar o para dolernos al descubrir como podríamos haber ayudado y no lo
hicimos.
Soy discapacitado pero puedo
seguir siendo útil a esta sociedad, cuestión distinta es que esta sociedad no
lo entienda así ahí es cuando uno comprende que dentro de esa diversidad
funcional no todo está igualmente valorado, que hay valores y habilidades que
no son tenidos en cuenta y que a menudo son directamente despreciadas y que hay capacidades más allá de lo físico. Todo esto pone el acento en la escala de valores que rige en la sociedad.
Reconocer mis capacidades, a menudo desaprovechadas (desaprovechadas por mi
mismo, antes y ahora) no me puede llevar a negar lo evidente, mi discapacidad
física, como sería mi discapacidad psíquica si así lo fuera. El concepto de
diversidad funcional parece una manera de avergonzarse de la situación en la
que uno se encuentra y buscar la manera de disimularla.
Soy discapacitado, sí, pero puedo
seguir siendo útil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario