1
Qué puedo ofrecerte. Nada,
nada perdida en un todo,
vacío atrapado entre sogas,
silencio en un bosque de ruido,
amor en la distancia.
Qué puedo entregarte
si mis manos son quietud dentro de un alboroto,
si mis manos no tienen donde acariciarte.
un instrumento condenado a la inutilidad,
recuerdos de un antaño que todo lo olvidó.
De qué sirve un corazón que nada muestra,
flor de un jardín que ha quedado seco,
órgano que siempre permanece en mi interior
y tú no
puedes descubrir su tamaño
Qué soy pues si nada ofrezco,
nada muestro,
nada muevo,
nada acaricio,
Soy nada,
pura ruina.
2
Cuando no puedo ya ser el ser humano que era,
aquel capaz de acariciar un cuerpo como si hubiera descubierto una joya,
capaz de hacer el amor, el animal tierno que fui,
un cuerpo preso esperando que le abran la celda,
capaz de un sí o un no, un ser libre,
aquel que jugó con la vida sin haber perdido el niño que fui,
el que no alcanza a encontrarse en el bosque de su existencia,
el que para todo necesita siempre al otro,
una voz pidiendo auxilio.
Qué queda todavía en mi poder,
una sencilla cosa:
Amar.
3
Si tú me buscaras
como yo te busco,
un nombre en
la nada,
una cara borrosa.
Si tú me recordaras
como yo te recuerdo,
acariciando una cara.
El beso que no me diste.
El beso que no te di.
Si tú me desearas
como yo te deseo
Atado a tu cara.
Acariciando sin fin.
Si tú me encontraras.
yo sería yo,
no un don nadie
Escondido en la espesura de la gente.
Si tú me encuentras
No sé por qué
Todo
cambiaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario