Viejo corazón, cuantos dolores, cuantas añoranzas, cuantos deseos. Cuántas
veces llamó la vida a tu puerta y no te atreviste a abrirle y hoy recuerdas con
nostalgia esos momentos, pero la vida no se detuvo allí, continuó su marcha y
poco a poco fuiste aprendiendo a hacerle frente. Las ocasiones que el placer de
la vida se te escurrió entre los dedos de tu mano ya no volverán pero has
aprendido que lamentarte no sirve de nada, la vida es como un río, es el mismo
cauce pero el agua qué pasó por él nunca volverá atrás, aquella en la que te
zambullas conserva tu nombre pero no todos aquellos que pasaron por ella. Viejo
corazón, los años han pasado por ti pero ese agua siempre es nueva. Aquello que
has ido ganando quizás lo ganaste gracias a tus pérdidas y hoy que sabes
manejar tu cuerpo este ya no se mueve y las ocasiones para disfrutarlo ya no se
producen, y hoy que has aprendido a utilizar tu boca, a prescindir de lo
innecesario y a no dejar pasar la oportunidad de decir lo esencial, el silencio
te envuelve y el vacío te ocupa. La vida se va convirtiendo en una llamada en
el desierto y las ondas que la propagan se van alejando de ti y quién sabe si le
llegaran a alguien y podrán serle beneficiosas. Viejo corazón, a pesar de todo,
quieres creer en tu utilidad; en la vida creces al tiempo que disminuyes,
cuando ya vas siendo nadie empiezas a ser alguien que nunca hubieras sido sin
tus errores y caídas, sin hacerlos tuyos y entender donde se encontraba tu
pecado.
Viejo corazón si el vacío te rodea que no inunde tu interior, si tu cuerpo
se paraliza no dejes de moverte hacia el infinito, si tus gestos son incapaces
de expresar los afectos nunca dejes de sentir, si tu voz se va apagando nunca
ceses de pensar, si el final se va acercando no dejes de apurar cada instante.
Viejo corazón, la vida se renueva en cada momento y con ello tu ocaso se abre a
otros amaneceres, acompáñales, llegue tu final cuando tenga que llegar. Viejo
corazón, en ese devenir tú siempre tendrás alguna novedad.
Un abrazo de corazón. Isidro
ResponderEliminarMuchas gracias. Un fuerte abrazo
EliminarQuerido Jesús, "Maestro", como siempre son tus palabras fuentes de expresión de ese inagotable viaje del encaje de la Vida real, esa que tan erróneamente nos produce temor a quienes gozamos de libertad de movimientos y confundimos "vivacidad con Vida" como dice Pablo d'ORS, y la Vida que tu vas describiendo en cada tramo de tu experiencia esa no sólo no te confunde, la acoges con amor integrando..., tanto como tu integras, desbrozando..., tu siempre eres novedad amigo.
EliminarUn abrazo sororal, fraterno, cómplice a los dos.