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lunes, 5 de diciembre de 2022

CONFESIÓN




Puede que todo ser humano encierre dentro de sí varias personas, personas que pone de manifiesto según el lugar en el que se encuentre. Quiero suponer que más allá de estas personas públicas, o personajes, siempre hay, o puede haber, una que permanece oculta, cuyo diálogo se limita a un monólogo interior que a menudo se superpone al habla sin llegar a articular sonidos. La pregunta que uno puede hacerse es si el motivo por el cual esta cara permanece en secreto es porque puede desmentir, de alguna manera, la imagen pública que tienen de uno.

Es posible que la imagen que algunas personas tienen de mí sea algo cercano al héroe, casi la perfección, alguien que pese a mi triste estado físico nunca se queja, que permanece siempre con buena cara, alegre, con un discurso positivo y mostrando una actitud estoica ante la vida que me ha tocado en suerte, con una más que valorada fortaleza ante las desgracias y dificultades con las que me he ido encontrando. ¿Se mantendría esa opinión sobre mí si el monólogo interior lo verbalizara? Quizás esa dureza se resquebrajaría.

Puede que al llegar a la intimidad de mi habitación ese gesto alegre se transforme y, con frecuencia, se torne tristeza, incluso llanto; que el dominio de la personalidad que parece caracterizarme pueda volverse extraordinariamente sensible para pasar, en ocasiones, del simple enfado a la cólera; que ese estoico haya sido durante toda su vida un epicúreo frustrado que ha tenido que guardarse la sensualidad en los bolsillos hasta llegar al extremo final de hoy, un cuerpo inválido al que le hubiera gustado ser voluptuoso; una cara sonrosada y vital que no quiere mostrar ese ser encerrado en un cuerpo; ese cuerpo que parece empeñarse en vivir cuando al mismo tiempo anhela la muerte.

Sin embargo, esos secretos no encierran mentiras, ambas caras soy yo; en ninguna de ellas actúo, no hay enfrentamiento entre las dos. El final aguarda tranquilo, el camino para llegar a él se hace cada vez más evidente y la quietud de este cuerpo parece querer acelerarse hacia él, pero aún no está a mi alcance.











 

 

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