Ven a nacer conmigo
Desde lo más
profundo del abismo.
Desde la más
triste verbena.
Desde lo más recóndito
de la esperanza
Ven a nacer
conmigo.
Cuando las
lágrimas aneguen todas tu sonrisas.
Cuando palidezca
el color de tu mirada.
Cuando olvides sin
querer los nombres que te han construido.
Ven a nacer
conmigo.
Como si la luz
penetrara por rendijas que no existen.
Como si el viento
quisiera navegar tu cuerpo encallado.
Como si el pasado
pudiera reescribirse.
Ven a nacer
conmigo.
Entre restos
cálidos de cuerpos desmembrados.
En el silencio
donde surge la voz.
En la cordura que
añora algo de absurdo.
Ven a nacer conmigo.
Si las risas de
otros te producen llanto.
Si el calor de la
manada te genera frío.
Si las respuestas
desde el púlpito sólo te causan preguntas.
Ven a nacer conmigo.
No lo dudes más.
No te desesperes
más.
No permanezcas
paralizado.
Ven a nacer
conmigo.
De nuevo.
Quién soy yo,
coronel de aguas turbias
Para enmendar los
errores de un hombre feliz.
La verdad no es una
realidad inmaculada, limpia de aristas y rugosidad.
Se nos esconde
cuando estamos convencidos de verla.
No podemos cargar
con ella sin un baño de dolor.
Cuanto más se nos
acerca más lejos la queremos.
Cuando vemos una
cara las otras se nos esconden
Rasga, duele.
Sólo la mentira
hace feliz.
Vivir en el equívoco
permanente.
Nacer y morir en
el autoengaño.
Escabullirse de
la honestidad.
No obstante
Sólo la búsqueda de la verdad
nos hará libres
Aquella que nunca alcanzaremos a poseer del todo
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